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Un desafío para todos

Cómo disfrutar de mayor bienestar, ahorrando energía

Con frecuencia creciente, los medios de comunicación nos trasmiten que los recursos energéticos convencionales, en particular los combustibles fósiles, muestran que los límites de su disponibilidad están próximos. Hoy se asume que a partir de mediados de este siglo la extracción de petróleo disminuirá y no cubrirá las teóricas demandas; unas décadas después ocurrirá previsiblemente algo similar con el gas natural. No son hechos baladíes, bastante más de la mitad de la energía que cualquier país desarrollado consume proviene de estos dos combustibles.

De otro lado, también se tiene la consciencia de que nuestro consumo de combustibles fósiles supone una clara contribución al fenómeno del calentamiento global, cuyas consecuencias no sabemos muy bien cómo serán, pero sí intuimos, aportarán aspectos negativos para la habitabilidad de ciertas zonas de la Tierra, contribuyendo a la pérdida de biodiversidad y al aumento de las tendencias migratorias humanas.


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